Manifiesto

Exposición
de motivos

Exposición de motivos

Hasta hace pocas décadas, en España, la mayoría de niñas y niños, tanto en pueblos como en grandes ciudades, tenían la posibilidad de desplazarse caminando a su centro educativo y de usar las calles para el juego, sin acompañamiento de personas adultas. En la actualidad, esta autonomía de movimientos se ha visto drásticamente limitada por un modelo urbano que prioriza la movilidad en vehículo privado, lo que ha generado toda una serie de efectos sobre la vida, las oportunidades de desarrollo y la salud de niños y niñas.

Aparte de las consecuencias sobre la seguridad, es necesario visibilizar otra serie de impactos sobre la calidad del aire y el espacio público que condicionan el desarrollo y la salud de la infancia.

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INSEGURIDAD

La percepción del peligro por parte de las familias ha favorecido el aumento de desplazamientos en vehículo particular y los atascos a la puerta de los colegios, generando un círculo vicioso difícil de romper: más coches, más riesgo, menos niñas y niños caminando, más coches, más riesgos, menos niñas y niños caminando.

El predominio de la movilidad motorizada en las calles va en detrimento de la seguridad y autonomía infantil. Los accidentes de tráfico siguen siendo una de las principales causas de muerte en niños y niñas menores de 15 años, y el número de peatones de estos grupos de edad, accidentados en cascos urbanos, ronda a los 1.800 en estos últimos años. Entre 2019 y 2022 hubo 15 accidentes de tráfico mortales con peatones menores de 15 años en España en vías urbanas [1].

INDISCIPLINA VIAL

El entorno escolar no suele ofrecer buenos ejemplos de cumplimiento de las normas de tráfico. Por el contrario, la saturación de las vías, las prisas y una cierta permisividad de las autoridades locales, hacen que, en las horas de entrada y salida, sean frecuentes las dobles filas, el aparcamiento en aceras y pasos peatonales, junto a otros comportamientos que, para colmo, generan un riesgo real a quienes van caminando o en bicicleta.

DIFICULTAD PARA JUGAR, ENTRENAR LA MADUREZ
Y LA AUTONOMÍA

La percepción de peligro ha derivado en sobreprotección y continuo control adulto de la infancia, impidiendo el aprendizaje y dominio de numerosas aptitudes imprescindibles para el buen desarrollo físico y la maduración de destrezas psicológicas básicas: habilidades sociales, resolución de problemas, orientación espacial, percepción de eficacia, autocuidado, autoconfianza, etc.

Las dificultades de los niños, niñas y adolescentes para caminar, correr y relacionarse con su entorno inmediato, así como para

La percepción de peligro ha derivado en sobreprotección y continuo control adulto de la infancia, impidiendo el aprendizaje y dominio de numerosas aptitudes imprescindibles para el buen desarrollo físico y la maduración de destrezas psicológicas básicas: habilidades sociales, resolución de problemas, orientación espacial, percepción de eficacia, autocuidado, autoconfianza, etc.

encontrarse y jugar libremente con iguales, se han vinculado, no solo con falta de autonomía, sino con problemas crecientes de soledad y aislamiento, o con el incremento del estrés emocional e hiperactividad.

La importancia del juego en la infancia es tal que está reconocido como uno de sus derechos fundamentales, por la Convención de los Derechos del Niño, que también indica que «la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho».

Las dificultades de los niños, niñas y adolescentes para caminar, correr y relacionarse con su entorno inmediato, así como para encontrarse y jugar libremente con iguales, se han vinculado, no solo con falta de autonomía, sino con problemas crecientes de soledad y aislamiento, o con el incremento del estrés emocional e hiperactividad.

La importancia del juego en la infancia es tal que está reconocido como uno de sus derechos fundamentales, por la Convención de los Derechos del Niño, que también indica que «la sociedad y las autoridades públicas se esforzarán por promover el goce de este derecho«.

ACTIVIDAD FÍSICA, OBESIDAD E INTERACCIÓN SOCIAL

España se encuentra entre los países europeos donde este problema de salud pública es más grave, con una prevalencia de alrededor de un 40% de sobrepeso en la infancia, de los que un 19% de niños —casi uno de cada cinco— y un 17% de niñas padecen obesidad [2]. El sobrepeso y la obesidad en la infancia son el resultado de la interacción de genes, hábitos de vida y factores fisiológicos y sociales. La exposición a factores ambientales, como la contaminación atmosférica, también pueden influir [3]. Según un estudio realizado en 2022, si sólo la ciudad de Barcelona cumpliera las directrices de la OMS de 2021 para las PM2.5 y el NO2 podríamos evitar 1.468 y 3.094 casos anuales de obesidad infantil, respectivamente [4].

La obesidad infantil tiene efectos inmediatos y a largo plazo sobre la salud física, social y emocional. Los niños, niñas o adolescentes con obesidad corren mayor riesgo de sufrir otras afecciones crónicas de salud y enfermedades: asma, apnea del sueño, problemas en huesos y articulaciones, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. También tienen más riesgo de padecer aislamiento social, depresión y baja autoestima. Los niños y niñas con niveles de actividad más bajos presentan una prevalencia más

España se encuentra entre los países europeos donde este problema de salud pública es más grave, con una prevalencia de alrededor de un 40% de sobrepeso en la infancia, de los que un 19% de niños —casi uno de cada cinco— y un 17% de niñas padecen obesidad [2]. El sobrepeso y la obesidad en la infancia son el resultado de la interacción de genes, hábitos de vida y factores fisiológicos y sociales. La exposición a factores ambientales, como la contaminación atmosférica, también pueden influir [3]. Según un estudio realizado en 2022, si sólo la ciudad de Barcelona cumpliera las directrices de la OMS de 2021 para las PM2.5 y el NO2 podríamos evitar 1.468 y 3.094 casos anuales de obesidad infantil, respectivamente [4].

La obesidad infantil tiene efectos inmediatos y a largo plazo sobre la salud física, social y emocional. Los niños, niñas o adolescentes con obesidad corren mayor riesgo de sufrir otras afecciones crónicas de salud y enfermedades: asma, apnea del sueño, problemas en huesos y articulaciones, diabetes tipo 2 y enfermedades del corazón. También tienen más riesgo de padecer aislamiento social, depresión y baja autoestima. Los niños y niñas con niveles de actividad más bajos presentan una prevalencia más elevada de trastornos emocionales y psicológicos [5].

elevada de trastornos emocionales y psicológicos [5]. Por lo contrario, la actividad física y las actividades deportivas ayudan a desarrollar habilidades sociales, proporcionando un ambiente flexible el cual ayuda a los niños y niñas a interactuar con personas varias y activamente explorar habilidades como trabajar en equipo, resolver problemas y establecer metas [6].

El sobrepeso infantil está íntimamente vinculado al sedentarismo y a la dificultad de los niños y niñas para realizar el ejercicio mínimo diario necesario, entre el que debería incluirse el desplazamiento activo a los centros escolares y la actividad física en el entorno del barrio. El Ministerio de Salud recomienda una media de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa en niños y niñas de 5 a 17 años. Sin embargo, sólo alrededor de un tercio de los niños y niñas a nivel mundial realizan 60 minutos diarios de actividad física. Los niños y niñas presentan niveles más altos de uso de pantallas, y tienen menos actividad física a nivel general [7]. La escuela es un sitio donde se pueden revertir los niveles de sedentarismo y sobrepeso, e incrementar la actividad física y las habilidades sociales.

Por lo contrario, la actividad física y las actividades deportivas ayudan a desarrollar habilidades sociales, proporcionando un ambiente flexible el cual ayuda a los niños y niñas a interactuar con personas varias y activamente explorar habilidades como trabajar en equipo, resolver problemas y establecer metas [6].

El sobrepeso infantil está íntimamente vinculado al sedentarismo y a la dificultad de los niños y niñas para realizar el ejercicio mínimo diario necesario, entre el que debería incluirse el desplazamiento activo a los centros escolares y la actividad física en el entorno del barrio. El Ministerio de Salud recomienda una media de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa en niños y niñas de 5 a 17 años. Sin embargo, sólo alrededor de un tercio de los niños y niñas a nivel mundial realizan 60 minutos diarios de actividad física. Los niños y niñas presentan niveles más altos de uso de pantallas, y tienen menos actividad física a nivel general [7]. La escuela es un sitio donde se pueden revertir los niveles de sedentarismo y sobrepeso, e incrementar la actividad física y las habilidades sociales.

Entornos Escolares | Manifiesto

EXPOSICIÓN INFANTIL A LA CONTAMINACIÓN ATMOSFÉRICA

Manifiesto

La contaminación del aire es un problema invisibilizado, aunque causa más muertes que los accidentes de tráfico: 430.000 muertes prematuras en Europa, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. La infancia además es especialmente vulnerable, dado que es un periodo de crecimiento, incluyendo el desarrollo del sistema respiratorio y del cerebro, en el que la contaminación del aire puede afectar especialmente. Además, se calcula que aproximadamente 1200 muertes prematuras en menores de 18 años son causadas por la contaminación del aire anualmente en Europa [8].

La evidencia científica ha puesto de manifiesto el gran problema de salud pública que representa la contaminación del aire en las ciudades —principalmente el NO2 y la materia particulada, PM2.5, PM10 y partículas ultrafinas (UFP)— convertida en un importante factor de riesgo para enfermedades como las infecciones respiratorias, el asma, las dolencias cardiovasculares o el cáncer de pulmón. Aproximadamente el 33% de los casos de asma infantil en Europa se pueden atribuir a la contaminación atmosférica [9].

La contaminación atmosférica también afecta a la salud cognitiva y el rendimiento académico de los niños y niñas. La exposición aguda y prolongada puede provocar funciones ejecutivas más deficientes, mayor riesgo y prevalencia del Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)

La contaminación del aire es un problema invisibilizado, aunque causa más muertes que los accidentes de tráfico: 430.000 muertes prematuras en Europa, según la Agencia Europea de Medio Ambiente. La infancia además es especialmente vulnerable, dado que es un periodo de crecimiento, incluyendo el desarrollo del sistema respiratorio y del cerebro, en el que la contaminación del aire puede afectar especialmente. Además, se calcula que aproximadamente 1200 muertes prematuras en menores de 18 años son causadas por la contaminación del aire anualmente en Europa [8].

La evidencia científica ha puesto de manifiesto el gran problema de salud pública que representa la contaminación del aire en las ciudades —principalmente el NO2 y la materia particulada, PM2.5, PM10 y partículas ultrafinas (UFP)— convertida en un importante factor de riesgo para enfermedades como las infecciones respiratorias, el asma, las dolencias cardiovasculares o el cáncer de pulmón. Aproximadamente el 33% de los casos de asma infantil en Europa se pueden atribuir a la contaminación atmosférica [9].

La contaminación atmosférica también afecta a la salud cognitiva y el rendimiento académico de los niños y niñas. La exposición aguda y prolongada puede provocar funciones ejecutivas más deficientes, mayor riesgo y prevalencia del Trastorno del Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y pueden perjudicar la capacidad de resolver problemas. Altas concentraciones de contaminantes como PM2.5 y NO2 en patios escolares se asocia con un desarrollo más lento de la memoria de trabajo en niñas y niños de entre 7 y 10 años. También, los niños y niñas que viven en zonas con mayor contaminación atmosférica por partículas PM2.5 y con escasez de espacios verdes podrían tener hasta un 62% más de riesgo de padecer TDAH [10].

y pueden perjudicar la capacidad de resolver problemas. Altas concentraciones de contaminantes como PM2.5 y NO2 en patios escolares se asocia con un desarrollo más lento de la memoria de trabajo en niñas y niños de entre 7 y 10 años. También, los niños y niñas que viven en zonas con mayor contaminación atmosférica por partículas PM2.5 y con escasez de espacios verdes podrían tener hasta un 62% más de riesgo de padecer TDAH [10].

Además, la exposición a la contaminación atmosférica también supone un factor de riesgo para la salud mental de los más pequeños. Estudios muestran que niños y adolescentes que han crecido en zonas con contaminación atmosférica alta relacionada con el tráfico tienen tasas más altas de enfermedades mentales cuando cumplen 18 años [11].

En relación con los entornos y rutas escolares, un estudio reciente en la ciudad de Barcelona [12] mostró que, aunque los niños y niñas invierten sólo un 6% de su tiempo diario en estos desplazamientos a pie, absorben el 20% de la dosis total diaria de contaminantes del aire durante este tiempo (el resto lo hacen en casa 35% y la escuela 30%).

Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de crear caminos escolares no solo seguros —desde el punto de vista de la accidentalidad— sino también saludables.[13] [14]

Además, la exposición a la contaminación atmosférica también supone un factor de riesgo para la salud mental de los más pequeños. Estudios muestran que niños y adolescentes que han crecido en zonas con contaminación atmosférica alta relacionada con el tráfico tienen tasas más altas de enfermedades mentales cuando cumplen 18 años [11].

En relación con los entornos y rutas escolares, un estudio reciente en la ciudad de Barcelona [12] mostró que, aunque los niños y niñas invierten sólo un 6% de su tiempo diario en estos desplazamientos a pie, absorben el 20% de la dosis total diaria de contaminantes del aire durante este tiempo (el resto lo hacen en casa 35% y la escuela 30%).

Estos resultados ponen de manifiesto la necesidad de crear caminos escolares no solo seguros —desde el punto de vista de la accidentalidad— sino también saludables.[13] [14]

EXPOSICIÓN INFANTIL AL RUIDO: EL PROBLEMA QUE SE OYE, PERO NO SE ATIENDE

ISLA DE CALOR Y
CAMBIO CLIMÁTICO

El ruido impacta en nuestro sistema nervioso autónomo y endocrino, dando lugar a cambios en la frecuencia cardíaca, la presión arterial y la liberación de hormonas asociadas al estrés, como el cortisol. Diversos estudios han observado una asociación entre la contaminación acústica y el deterioro de la función cognitiva, perturbaciones hormonales, incluida la diabetes, accidente cerebrovascular y problemas de salud mental, como la depresión y el estrés [15]. La exposición al ruido procedente del tráfico rodado en la escuela se asocia con un desarrollo lento de la memoria de trabajo y un incremento de la inatención [16].

En Europa se calcula que el ruido provoca más de 72.000 hospitalizaciones y 16.600 muertes prematuras al año y, aunque son necesarios más estudios para confirmarlo, hay datos que sugieren que el ruido puede ser un factor de riesgo para el desarrollo de problemas de comportamiento y atención en niños y niñas. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición al ruido puede ser una de las causas prevenibles de sordera en la infancia [17].

La contaminación atmosférica provocada por vehículos y actividades industriales, el pavimento de asfalto, que retiene el calor e impermeabiliza el suelo, y la proximidad entre edificios, que no permite liberar el calor, generan las llamadas “islas de calor urbanas”. Todos estos factores, unidos a la falta de espacios verdes (parques, árboles) y azules (mar, ríos, estanques, fuentes), provocan incrementos de temperatura con graves efectos sobre la salud, especialmente en niños y niñas y personas mayores. El calor extremo en las aulas puede afectar negativamente el desarrollo cognitivo de los alumnos y alumnas, alterando la concentración y el enfoque, su rendimiento general y también puede afectar a la memoria de trabajo [18].

Distintos estudios demuestran, por otro lado, el efecto amortiguador de los espacios naturalizados frente al aumento de temperatura y mortalidad en ciudades. Y cada vez hay más evidencias de que el verde urbano es beneficioso para la salud mental y cardiovascular (por reducción del estrés) de la población, así como para el neurodesarrollo en niños y niñas [17]. Además, varios estudios han observado que los niños y niñas suelen realizar actividad física por un periodo más largo de tiempo y con una mayor intensidad en espacios verdes, como parques, comparado con espacios de hormigón y sin vegetación.[20] [21]

Los efectos del cambio climático van a suponer, además, un verdadero reto en relación con el confort climático en las ciudades, a menos que preparemos y adaptemos edificios y espacios públicos urbanos al previsible aumento de las temperaturas y la mayor incidencia de olas de calor [22]. Por lo general, los centros educativos suelen no estar equipados ni adaptados para un confort térmico óptimo [18]. Muchos son viejos y presentan deficiencias en el aislamiento térmico.

FUENTES

FUENTES

  • [1] DGT (2022)
  • [2] Iniciativa Europea de Vigilancia de la Obesidad Infantil, Organización Mundial de la Salud (OMS)
  • [3] ISGlobal, «Un experimento natural muestra la relación entre contaminación atmosférica y obesidad infantil», ISGlobal. [Online]
  • [4] M. Rigau Sabadell, “Ambient air pollution, urban green space and childhood overweight and obesity: a health impact assessment for Barcelona, Spain”, Respository UPF, pp. 1–20, 2022.
  • [5] S. Aznar, T. Webster, and J. López, “Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las personas que participan en su educación,” Ministerio de Educacion y Cultura, Centro de Investigación y Documentación educativa, 2006.
  • [6] J. Li and W. Shao, “Influence of Sports Activities on Prosocial Behavior of Children and Adolescents: A Systematic Literature Review”, International Journal of Environmental Research and Public Health, vol. 19, no. 11. 2022. doi: 10.3390/ijerph19116484
  • [7] M. S. Tremblay et al., “Active Healthy Kids Global Alliance Global Matrix 4.0—A Resource for Physical Activity Researchers”, J Phys Act Health, vol. 19, no. 11, 2022, doi: 10.1123/jpah.2022-0257
  • [8] European Environment Agency, “Air pollution levels across Europe still not safe, especially for children,” EEA . [Online]
  • [9] H. Khreis et al., “Outdoor air pollution and the burden of childhood asthma across Europe”, European Respiratory Journal, vol. 54, no. 4, p. 1802194, Oct. 2019, doi: 10.1183/13993003.02194-2018
  • [10] ISGlobal, “Los niños y niñas con mayor exposición a la contaminación del aire y menor exposición a espacios verdes tienen un 62% más de riesgo de padecer TDAH”, ISGlobal, 2022. [Online]
  • [11] R. M. Latham et al., “Childhood exposure to ambient air pollution and predicting individual risk of depression onset in UK adolescents”, J Psychiatr Res, vol. 138, 2021, doi: 10.1016/j.jpsychires.2021.03.042
  • [12] ISGlobal, Estudio BREATHE.
  • [13] Gascón, M. Entorno urbano y Salud: ¿Qué ciudades queremos?
  • [14] Asociación Española de Pediatría, Comité de Salud Medioambiental. Caminando al Cole. Un modelo para innovar en salud de los niñ@s y medio ambiente (2019)
  • [15] Foraster, M. «El ruido: mucho más que una molestia», ISGlobal. [Online]
  • [16] M. Foraster et al., “Exposure to road traffic noise and cognitive development in schoolchildren in Barcelona, Spain: A population-based cohort study”, PLoS Med, vol. 19, no. 6, 2022, doi: 10.1371/journal.pmed.1004001
  • [17] Sordera y pérdida de la audición, Organización Mundial de la Salud (OMS). [Online]
  • [18] M. Ubalde, “Cuidado con los niños y niñas durante las olas de calor. ¿Qué se puede hacer en las escuelas?,” ISGlobal.
  • [19] «5 claves para ciudades más saludables», ISGlobal. [Online]
  • [20] J. C. ALEJANDRE and M. LYNCH, “‘Kids Get in Shape with Nature’: A Systematic Review Exploring the Impact of Green Spaces on Childhood Obesity”, J Nutr Sci Vitaminol (Tokyo), vol. 66, no. Supplement, pp. S129–S133, 2020, doi: 10.3177/jnsv.66.S129
  • [21] D. Buczyłowska, T. Zhao, N. Singh, A. Jurczak, A. Siry, and I. Markevych, “Exposure to greenspace and bluespace and cognitive functioning in children – A systematic review”, Environmental Research, vol. 222. 2023. doi: 10.1016/j.envres.2023.115340
  • [22] https://twitter.com/mitecogob/status/1133336525020835840/video/1

Alineados con la Agenda 2030 de las Naciones Unidas

Esta propuesta se ha desarrollado en coherencia con los siguientes Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.

ODS 3

Objetivo 3.4
Para 2030, reducir en un tercio la mortalidad prematura por enfermedades no transmisibles mediante la prevención y el tratamiento y promover la salud mental y el bienestar.

Objetivo 4a
Construir y adecuar instalaciones educativas que tengan en cuenta las necesidades de los niños y las personas con discapacidad y las diferencias de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todo.

Objetivo 11.2
Proporcionar acceso a sistemas de transporte seguros, asequibles, accesibles y sostenibles para todos y mejorar la seguridad vial, en particular mediante la ampliación del transporte público, prestando especial atención a las necesidades de las personas en situación de vulnerabilidad, las mujeres, los niños, las personas con discapacidad y las personas de edad.

Objetivo 11.7
De aquí a 2030, proporcionar acceso universal a zonas verdes y espacios públicos seguros, inclusivos y accesibles, en particular para las mujeres y los niños, las personas de edad y las personas con discapacidad.

Objetivo 13.1
Fortalecer la resiliencia y la capacidad de adaptación a los riesgos relacionados con el clima y los desastres naturales en todos los países.

Objetivo 13.2
Incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas, estrategias y planes nacionales.

Medidas propuestas

Por todas las cuestiones expuestas anteriormente y, considerando que España es uno de los estados que ha ratificado la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) (Ratificación de la Convención recogida en el BOE núm. 313, de 31 de diciembre de 1990), se presenta esta propuesta para que los entornos de los centros escolares se conviertan en Áreas de Protección de la Salud de la Infancia.

Para llevar a cabo esta transformación, se insta a todas las administraciones públicas competentes a trabajar de forma conjunta para aplicar las siguientes medidas:

Instalaciones de los
propios centros escolares

Instalaciones de los propios centros escolares
Medida 1

Sustituir las zonas de aparcamiento que se encuentren dentro del recinto escolar por áreas estanciales y de juego.

Reservar en todos los recintos educativos, o en sus aledaños, un espacio seguro para el aparcamiento de bicicletas, patines y patinetes para incentivar la movilidad activa al centro.

Medida 3

Revegetar los patios escolares con arbolado y plantas que proporcionen sombra, frescor y color a estos espacios, mejoren la calidad del aire y amortigüen el ruido.

Alrededores y accesos
a los centros escolares

Alrededores y accesos a centros escolares
Medida 4

Limitar el aparcamiento y el tráfico en las calles del entorno y, muy especialmente, en las inmediaciones de las entradas a los centros.

Vigilar y hacer cumplir estrictamente la normativa vial a la entrada y salida de estudiantes para que el entorno escolar sea un espacio seguro y de convivencia.

Medida 6

Priorizar la movilidad peatonal y ciclista en el viario del entorno escolar, creando corredores de acceso libres de coches, fomentando la presencia de vegetación y agua, y promoviendo zonas estanciales, de encuentro y de juego en el espacio público.

Planificación urbanística

Planificación urbanística
Medida 7

Integrar en la redacción del POUM (Plan de Ordenación Urbanística Municipal) medidas para fomentar entornos escolares seguros y saludables.

Incorporar en los Planes de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) medidas específicas de limitación y pacificación del tráfico en los entornos escolares.

Promover un cambio generalizado hacia el modelo de “Ciudad 30” para reducir la velocidad del tráfico en todo el viario urbano.

Zonificación escolar

Zonificación escolar
Medida 10

Priorizar la proximidad al centro escolar como criterio básico del área escolar, en beneficio de la infancia y de toda la comunidad, revirtiendo la implantación de “zona única de escolarización” que tan negativamente influye en el incremento de desplazamientos motorizados diarios.